La inauguración del memorial de Rivesaltes se convierte en el primer mea culpa de Francia con los internados en el mayor campo de concentración de Occidente
Francia asume, reconoce y reprueba por vez primera de manera pública, oficial y solemne el inhumano trato que dispensó a los cientos de miles de refugiados españoles llegados en 1939 al final de la guerra civil. Y lo hace por boca de su primer ministro, Manuel Valls. “Fueron humillados. Se les quiso arrebatar la dignidad. Los que huían en busca de la libertad esperaban otro tipo de acogida. Eso no es Francia”.
Valls ha presidido este viernes la inauguración del memorial del campo de Rivesaltes, donde fueron encerrados más de 20.000 españoles en unas condiciones indignas. Casi la mitad fueron enviados a campos nazis de la muerte. El 65% no regresaron. “Se les privó de dignidad” con un “desprecio total de humanidad”. CONTINUAR LEYENDO
Fuente: El País
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