lunes, 5 de octubre de 2015

Ciudades y refugiados: el mensaje de Barcelona

Las imágenes de los miles de refugiados, en su mayoría sirios y afganos, atravesando los Balcanes para intentar llegar al corazón de Europa, han sacudido conciencias. También en ciudades como Barcelona, ​​que están relativamente lejos del epicentro de la crisis pero quieren y pueden asumir un esfuerzo de solidaridad en estas circunstancias excepcionales. En estos momentos la inmensa mayoría de los grupos políticos representados en el pleno municipal apoyan que Barcelona se convierta en una ciudad de acogida y contribuya activamente a articular una red de ciudades-refugio. Cualquier respuesta debe construirse sobre la inmediatez de la crisis actual pero también desde la constatación de que es un fenómeno de largo recorrido. Los refugiados continuarán llegando y los que ya están aquí no podrán volver a sus países a corto plazo. Hay que pasar de las palabras a la acción y hacerlo en cuatro ámbitos diferentes.

Hay que mejorar la infraestructura de acogida de la que dispone la ciudad de Barcelona, ​​especialmente en lo que se refiere al alojamiento y el apoyo psicológico, jurídico y de inserción socio-laboral. La falta de plazas es una prueba flagrante de que Barcelona está infradotada, incluso si se compara con otras grandes ciudades españolas. En toda Cataluña hay menos de treinta, mientras que Madrid dispone de 250 que, en cualquier caso, se han quedado muy cortas ante el aumento de solicitudes de los últimos años. En la respuesta a esta emergencia humanitaria el Ayuntamiento no estará solo. Como está sucediendo en otros países (campañas ciudadanas en Islandia y Alemania son ejemplos claros), un número significativo de personas se están ofreciendo para proporcionar alojamiento y apoyo a los refugiados. Además, Barcelona cuenta con un tejido asociativo que está dispuesto y movilizado por ser la tercera pata en esta estrategia de acogida. Uno de los colectivos que debería ser objeto de atención preferente si hablamos del modelo de familias de acogida es el de los menores no acompañados y sin vínculos familiares en territorio europeo, un fenómeno en auge en los últimos meses según la ONG Save the Children. CONTINUAR LEYENDO
Fuente: CIDOB

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