En julio de 1936, en España, un grupo significativo de las Fuerzas Armadas, del que formaba parte el general Franco, se había sublevado contra el Gobierno frentepopulista. El golpe solo triunfó en algunas zonas de España, lo que dio lugar a una guerra de tres años de duración.
Una de las características de la Guerra Civil española fue la injerencia exterior. Desde el comienzo, el bando franquista contó con la inestimable ayuda de Italia, Alemania y Portugal.
Por el contrario, el bando republicano recibió la colaboración de la URSS y los componentes de las Brigadas Internacionales, pero no la franco-británica, ya que las potencias democráticas no querían complicaciones.
La guerra acabó con la victoria franquista el 1 de abril de 1939. El nuevo régimen, dictatorial, conocido habitualmente como franquismo, suele ser dividido para su estudio en dos partes: una primera (1939-1959) caracterizada por el apoyo a las potencias nazis y fascistas de la Segunda Guerra Mundial que, una vez terminada con la derrota alemana e italiana, le supuso al régimen franquista un largo aislamiento internacional; y una segunda caracterizada por la modernización económica de España.
Por su parte, en 1933, Adolf Hitler, líder del partido nazi había asumido el gobierno de Alemania, que inmediatamente convirtió en dictatorial, y anunció que iba a incumplir los términos del Tratado de Versalles. El 25 de octubre de 1936 firmó un tratado de amistad con Italia que dio lugar a la formación del llamado Eje. Tres años después, Japón se unió al Pacto.
El 1 de septiembre de 1939 Alemania invade la parte oriental de Polonia, y dos días después Francia y Reino Unido declaran la guerra a Alemania. Daba así comienzo una guerra que durará 6 años, y que será conocida como la Segunda Guerra Mundial. CONTINUAR LEYENDO
Fuente: Anatomía de la Historia
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