martes, 31 de octubre de 2017

¿Por qué ya se empieza a hablar del “Planeta Plástico”? Teresa López. United Explanations.

De los 8’3 billones de toneladas de plástico que la humanidad ha producido hasta hoy, más del 70% son ya residuos inservibles, acumulados en su mayoría en vertederos de todo el mundo de forma indefinida y nociva. ¿Quieres saber más sobre el ‘Planeta Plástico? Te contamos el problema y sus respuestas.

Desde la cápsula de café del desayuno hasta la ensalada embolsada de la cena, pasando por el botellín de agua de la máquina expendedora a media mañana. Decenas de envases y embalajes desechables están más que integrados en nuestra rutina diaria. Se trata de productos funcionales que, como su propio nombre indica en muchos casos, usamos y tiramos. Un día tras otro, millones de personas generamos millones de kilos de residuos plásticos que tiramos sin preguntarnos, a menudo, qué pasa con ellos después.

Un estudio reciente ha cuantificado por primera vez la cantidad de plástico producida a nivel mundial desde que se inventase este derivado del petróleo hace 65 años: 8’3 billones de toneladas. Un volumen equiparable al de 25.000 edificios Empire State o a un billón de elefantes, capaz de cubrir la superficie de toda Argentina si se esparciese. Para hacernos una idea del imparable uso de este material, el estudio señala que la mitad de esas toneladas se han creado sólo en los últimos trece años. CONTINUAR LEYENDO

domingo, 29 de octubre de 2017

Demasiados cerebros de gallina. Un artículo de Javier Marías (El País 28/X/2017).

Me entero de unas recientes estadísticas americanas que aún no hielan, pero enfrían sobremanera la sangre. Más que nada por eso, porque no son de Rusia ni de las Filipinas ni de Turquía ni de Cuba ni de Egipto ni de Corea del Norte, sino del autoproclamado “país de los libres” desde casi su fundación. El 36% de los republicanos cree que la libertad de prensa causa más daño que beneficio, y sólo el 61% de ellos la juzga necesaria. Entre los llamados millennials, sólo el 30% la considera “esencial” para vivir en una democracia (luego el 70% la ve prescindible). Hace diez o quince años, sólo el 6% de los ciudadanos opinaba que un gobierno militar era una buena forma de regir la nación, mientras que ahora lo aprueba el 16%, porcentaje que, entre los jóvenes y ricos, aumenta hasta el 35%. Un 62% de estudiantes demócratas —sí, he dicho demócratas— cree lícito silenciar a gritos un discurso que desagrade a quien lo escucha. Y a un 20% de los estudiantes en general le parece aceptable usar la fuerza física para hacer callar a un orador, si sus declaraciones o afirmaciones son “ofensivas o hirientes”. Por último, el 52% de los republicanos apoyaría aplazar —es decir, cancelar— las próximas elecciones de 2020 si Trump así lo propusiera.

Todo ello es deprimente, alarmante y no del todo sorprendente. Nótese la entronización de lo subjetivo en el dato penúltimo. Los dos adjetivos, “ofensivo” e “hiriente”, apelan exclusivamente a la subjetividad de quien oye o lee. Alguien muy religioso sentirá como hiriente que otro niegue la existencia de Dios o que su fe sea la verdadera; alguien patriotero, que se diga que su país ha cometido crímenes (y no hay ninguno que no lo haya hecho a lo largo de la Historia); alguien ultrafeminista, que se critique la obra artística de una congénere; alguien independentista, que se disienta de sus convicciones o delirios. En todos esos casos se vería justificado acallar a voces o mediante violencia al que nos contraría, porque “nos hiere u ofende”. Y como las subjetividades son infinitas y siempre habrá a quien ofenda o hiera cualquier cosa, nadie podría decir nunca nada, como en los regímenes totalitarios. Bueno, nada salvo los dogmas impuestos por el régimen de turno, de derechas o de izquierdas.
 
Esas estadísticas son estadounidenses, pero me temo que en Europa no serían muy distintas. No es una cuestión de edad ni de ideología. Como se comprueba, participan de la intolerancia los mayores y los jóvenes, los demócratas y los republicanos. Demasiada gente, en todo caso, dispuesta a cuestionar o suprimir la libertad de expresión y de prensa, a celebrar un gobierno de militares, a callarles la boca por las bravas a quienes sostienen posturas que no les gustan. Las estadísticas de aquí las proporcionan las redes sociales, en las que un número ingente de individuos recurre de inmediato al ladrido, la amenaza y el insulto ante cualquier opinión diferente a la suya. Las más de las veces cobardemente, no se olvide, bajo anonimato. No cabe sino concluir que una serie de valores “democráticos”, que dábamos por descontados, se están tambaleando. Valores fundamentales para la convivencia, para el respeto a las minorías y a los disidentes, para que la unanimidad no aplaste a nadie. Algo lleva demasiado tiempo fallando en la educación, y las conquistas y avances en el terreno del pensamiento, de la igualdad social, de las libertades y derechos, de la justicia, nunca están asegurados.

Personas con importantes cargos, y por tanto con influencia en nuestras vidas, razonan de manera cada vez más precaria, como si a muchas se les hubiera empequeñecido el cerebro. No sé, un par de ejemplos: la diputada Gabriel ha incurrido en una de las mayores contradicciones de términos jamás oídas, al calificarse a sí misma de “independentista sin fronteras” (sic); y, después de la españolísima chapuza de Puigdemont en su Parlament el 10 de octubre, cerebros como el de Colau o el de los cada vez más osmóticos Montero e Iglesias (ya no se sabe si él la imita a ella o ella a él, hasta en el soniquete y los gestos) dedujeron que al President de la Generalitat había que “agradecerle” su galimatías, porque podía haber sido peor, y menos “generoso”. Tras haber mentido, engañado y difamado compulsivamente, tras haberle ya causado un irremediable daño a su amada Cataluña, haber montado un referéndum-pucherazo digno de Franco y haberle dado validez con cara granítica, haberse burlado de su propio Parlament y haberlo cerrado a capricho; tras haber violado las leyes y haber despreciado a más de la mitad de los catalanes, ¿qué es lo que hay que “agradecerle”? ¿Que no sacara una pistola y gritara “Se sienten, coño”, como Tejero? Es como si al atracador de un chalet hubiera que agradecerle que se llevara sólo los billetes grandes y dejara los pequeños, y se limitara a maniatar a los habitantes, sin pegarles. Señores científicos, hagan el favor de estudiar con urgencia por qué tantos cerebros humanos, en los últimos tiempos, han retrocedido y menguado hasta alcanzar el tamaño del de las gallinas.

martes, 24 de octubre de 2017

La perversa ambigüedad del régimen Saudí con el terrorismo yihadista.

"Arabia Saudí ha sido una fuente de financiación principal para grupos rebeldes y organizaciones terroristas desde los '70", relata un informe del Parlamento Europeo. En este artículo realizamos un análisis sobre las corrientes salafistas, la relación del wahhabismo saudí con la yihad internacional, y el papel del Estado de los Saud en el patrocinio de una visión estricta del Islam y la financiación del terrorismo global.
 
 Durante las últimas semanas mucho se ha escrito sobre la relación entre Arabia Saudí y el terrorismo. Han sido muchas las voces que han denunciado la relación directa entre los ataques en Europa y la financiación de ISIS por parte del reino saudí. Aunque se ha demostrado que el Estado del Golfo no financia al grupo armado, ello no es óbice para descartar la relación que existe entre el actual terrorismo de corte yihadista y el reino de los Saud.

Asimismo, muchas voces han establecido una relación directa entre la venta de armas al reino del desierto y las represalias, en forma de ataques terroristas, por dicho apoyo. Profundamente reprochable —y prohibida legalmente— como resulta la venta de armamento a un país que viola los derechos humanos dentro y fuera de su territorio, la realidad es que resultan dos temas de distinto calado. Aquí vamos a limitarnos a explicar algunos de los puntos que ilustran la relación del régimen saudí con el actual terrorismo de corte yihadista. CONTINUAR LEYENDO
 

Una herencia del ébola: niños con cataratas. Un artículo del New York Times es.

FREETOWN, Sierra Leona – Cuando una enfermera la subió a la mesa de cirugía, Aminata Conteh, una niña de ocho años, cruzó sus delgados tobillos con confianza y se quedó completamente inmóvil mientras los doctores le anestesiaban un ojo y luego lo pinchaban con una aguja para sacar una muestra de líquido.

Hace dos años, el ébola casi mató a Aminata. Ahora, las complicaciones de la enfermedad han puesto en riesgo su vista.

Llegó con su madre a un hospital oftalmológico a fines de julio, con la esperanza de que una cirugía retirara una densa catarata que había nublado el cristalino de su ojo derecho, afectando casi por completo su visión.

Las cataratas por lo general afectan a los ancianos pero, sorpresivamente, los médicos africanos las han descubierto en jóvenes sobrevivientes del virus del Ébola que, en algunos casos, son diagnosticados a edades tan tempranas como los 5 años. Además, por motivos que nadie comprende, algunos de esos niños tienen las cataratas más duras y gruesas que los cirujanos hayan visto jamás, junto con cicatrices muy profundas en los ojos.

La epidemia en África Occidental ha sido la más grande del mundo, con más de 28.600 personas infectadas y 11.300 muertas en Guinea, Liberia y Sierra Leona.

Hay cerca de 17.000 sobrevivientes del ébola en África Occidental, y los investigadores calculan que el 20 por ciento de ellos han tenido una inflamación grave dentro del ojo, llamada uveítis. Puede causar ceguera pero, si se cura y la vista se recupera, es posible que se presenten cataratas de inmediato. Por lo general, solo un ojo es afectado. CONTINUAR LEYENDO

sábado, 14 de octubre de 2017

El Exilio republicano español.. Documental.


Vídeo. Exilio. El Exilio republicano español. 1969-1978. Incluido en el portal Biblioteca del Exilio de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Pertenece al DVD Exilio. El Exilio republicano español. 1939-1978
 

En Francoland. Un artículo de Antonio Muñoz Molina publicado en el País (13/X/2017).


En Europa o América, les gusta tanto el pintoresquismo de nuestro atraso que se ofenden si les explicamos todo lo que hemos cambiado

 Me pasó la última noche de septiembre en Heidelberg, pero me ha pasado igual con cierta frecuencia en otras ciudades de Europa y de América, incluso aquí, dentro de España, en conversaciones con periodistas extranjeros. Muchas veces, en épocas diversas, con una monotonía en la que solo cambia el idioma y el motivo inmediato, me ha tocado explicar con paciencia, con la máxima claridad que me era posible, con voluntad pedagógica, que mi país es una democracia, sin duda llena de imperfecciones, pero no muchas más ni más graves que las de otros países semejantes. Me he esforzado en dar fechas, mencionar leyes, cambios, establecer comparaciones que puedan ser útiles. En Nueva York he debido recordarle a personas llenas de ideales democráticos y condescendencia que mi país, a diferencia del suyo, no admite la pena de muerte, ni la cadena perpetua, ni el envío a prisión de por vida de menores de edad, ni la tortura en cárceles clandestinas.

Fuera de España uno a veces tiene que dar explicaciones de historia, y hasta de geografía. Hasta no hace mucho tiempo, un ciudadano español tenía que explicar, aun sabiendo que había grandes posibilidades de que no se le hiciera ningún caso, que el País Vasco no se parece al Kurdistán, ni a Palestina, ni a las selvas de Nicaragua en las que los sandinistas resistían al dictador Somoza. Uno explicaba que el País Vasco es uno de los territorios más desarrollados y con más alto nivel de vida de Europa; y además que dispone de un grado de autogobierno y hasta soberanía fiscal muy superior a la de cualquier Estado o región federada del mundo. Lo más que se conseguía era una sonrisa cortés, aunque también incrédula. 

Una parte grande de la opinión cultivada, en Europa y América, y más aún de las élites universitarias y periodísticas, prefiere mantener una visión sombría de España, un apego perezoso a los peores estereotipos, en especial el de la herencia de la dictadura, o el de la propensión taurina a la guerra civil y al derramamiento de sangre. El estereotipo es tan seductor que lo sostienen sin ningún reparo personas que están convencidas de sentir un gran amor por nuestro país. Nos quieren toreros, milicianos heroicos, inquisidores, víctimas. Nos aman tanto que no les gusta que pongamos en duda la ceguera voluntaria en la que sostienen su amor. Aman tanto la idea de una España rebelde en lucha contra el fascismo que no están dispuestos a aceptar que el fascismo terminó hace muchos años. Les gusta tanto el pintoresquismo de nuestro atraso que se ofenden si les explicamos todo lo que hemos cambiado en los últimos 40 años: que no vamos a misa, que las mujeres tienen una presencia activa en todos los ámbitos sociales, que el matrimonio homosexual fue aceptado con una rapidez y una naturalidad asombrosas, que hemos integrado, sin erupciones xenófobas y en muy pocos años, a varios millones de emigrantes. 

La otra noche, en Heidelberg, la víspera del ya célebre 1 de octubre, en medio de una cena muy grata con profesores y traductores, tuve que repetir mi explicación, con una vehemencia que me hizo sobreponerme al desánimo. Una profesora alemana me dijo que, según le acababa de contar alguien de Cataluña, España era todavía “Francoland”. Le pregunté, tan educadamente como pude, qué sentiría ella si alguien decía en su presencia que Alemania es todavía Hitlerland. Se ofendió enseguida. Tan calmadamente, tan pedagógicamente como pude, le aclaré lo que no tiene que aclarar nunca ningún ciudadano de ningún otro país avanzado de Europa: que España es una democracia, tan digna y tan imperfecta como Alemania, por ejemplo, y tan ajena como ella al totalitarismo; incluso más, si atendemos a los últimos resultados electorales de la extrema derecha. Si, según su informante catalana, seguíamos en la tierra de Franco, ¿cómo era posible que Cataluña dispusiera de un sistema educativo propio, un Parlamento, una fuerza de policía, una radio y una televisión públicas, un instituto internacional para la difusión de la lengua y la cultura catalanas? El reconocimiento de la singularidad de Cataluña era tan prioritario para la naciente democracia española, le dije, que la Generalitat se restableció incluso antes de que se aprobara la Constitución. Extraño país franquista el nuestro, tan opresor de la lengua y de la cultura catalana, que elige una película hablada en catalán para representar a España en los Oscar.

Quien ha vivido o vive fuera de nuestro país conoce lo precario de nuestra presencia internacional, la asfixia presupuestaria y el mangoneo político que han malogrado tantas veces la relevancia del Instituto Cervantes, la falta de una política exterior ambiciosa a largo plazo, de un acuerdo de Estado que no cambie desastrosamente de un Gobierno a otro. La democracia española no ha sido capaz de disipar los estereotipos de siglos. Los terroristas vascos y sus propagandistas supieron aprovecharse muy bien de ellos durante muchos años, precisamente aquellos en los que éramos más vulnerables, cuando a los pistoleros más sanguinarios se les seguía concediendo en Francia el estatuto de refugiados políticos.

De modo que a los independentistas catalanes no les ha costado un gran esfuerzo, ni un gran despliegue de sofisticación mediática, volver a su favor en la opinión internacional eso que ahora todo el mundo se ha puesto de acuerdo en llamar “el relato”. Lo habían logrado incluso sin la colaboración voluntariosa del Ministerio del Interior, que envió a policías nacionales y guardias civiles a actuar de extras en el espectáculo amargo de nuestro desprestigio. Pocas cosas pueden dar más felicidad a un corresponsal extranjero en España que la oportunidad de confirmar con casi cualquier pretexto nuestro exotismo y nuestra barbarie. Hasta el reputado Jon Lee Anderson, que vive o ha vivido entre nosotros, miente a conciencia, sin ningún escrúpulo, sabiendo que miente, con perfecta deliberación, sabiendo cuál será el efecto de su mentira, cuando escribe en The New Yorker que la Guardia Civil es un cuerpo “paramilitar”.

Como ciudadano español, con todo mi fervor europeísta y viajero, me siento condenado sin remedio a la melancolía, por muy variadas razones. Una de ellas es el descrédito que sufre el sistema democrático en mi país por culpa de la incompetencia, la corrupción y la deslealtad política. Otra es que el mundo europeo y cosmopolita en el que personas como yo nos miramos y al que hemos hecho tanto por parecernos prefiere siempre mirarnos a nosotros por encima del hombro: por muy cuidadosamente que queramos explicarnos, por mucha aplicación que pongamos en aprender idiomas, a fin de que se entiendan bien nuestras explicaciones inútiles.


Albert Boadella explica cuáles son los hechos diferenciales catalanes.

sábado, 7 de octubre de 2017

Arundhati Roy: “El capitalismo fracasará como el comunismo”. Un artículo publicado en El País.

Arundhati Roy, en 1999 en un acto de protesta contra la construcción de una presa en India.
Venerada y odiada por igual, la escritora india alimenta su fama de figura antisistema con 'Espectros del capitalismo', un ensayo en el que despedaza las bases de nuestra realidad
 
Hace mucho tiempo que la escritora india más famosa del mundo, Arundhati Roy, no siente alegría al escribir. Después de ganar el Premio Man Booker en 1997 por su aclamada novelaEl dios de las pequeñas cosas, pasó a la no ficción. “Si quiere saber la diferencia entre mis obras de ficción y las de no ficción, en ficción escribo con alegría, mientras que en no ficción escribo después de haber hecho todo lo posible para no hacerlo”, dice la autora. Se la considera una figura antisistema, y en India la veneran y la odian por igual por sus pragmáticos escritos sobre el Gobierno, el medio ambiente y los derechos humanos.

“No creo ser una disidente compulsiva, pero estoy convencida de la necesidad de no someterse a la dictadura de la mayoría, que es lo que está empezando a hacer a toda velocidad la democracia de este país. Incluso aunque no sean muy numerosos, estos pequeños grupos de personas tienen una presencia que está convirtiéndolos en los árbitros del país”.

A sus 54 años, Roy se muestra más audaz que nunca en su nueva obra, Espectros del capitalismo. “Todos somos personajes de esta historia. El capitalismo no tiene un alma humana, y el dinero de las empresas no tiene nacionalidad”, dice la escritora. El libro despedaza el capitalismo, analizado desde hace más de 100 años sobre todo en EE UU, y recorre sus desventuras más memorables en zonas del mundo como Vietnam, Irak y, sobre todo, Indonesia. Guerras libradas en lugares remotos, que cuestan miles de millones de dólares y un número incontable de vidas, y cuyo único motivo es “proteger el modo de vida estadounidense”, dice Roy. Se pueden ver ejemplos de su opresión en todo el mundo, y no cuesta mucho establecer la relación entre el capitalismo y el sufrimiento de la gente en todas partes. 
 
El título del libro hace referencia a las grandes empresas que están desatando en India una fuerza económica sesgada e insostenible a largo plazo. Roy revela cómo los que disponen del poder del capital se han abierto camino de forma brutal a través de bosques vírgenes, pueblos, tierras de cultivo y la conciencia de la población, dejando a su paso un rastro destructor de caos y desigualdad. Para respaldar sus afirmaciones, en su libro presenta una ecuación: en un país de 1.200 millones de personas, el 1% más rico posee una riqueza equivalente a la cuarta parte del PIB nacional y superior a los ingresos totales de los 800 millones de indios pobres y marginados que viven con menos de medio euro al día, menos los 250.000 campesinos cargados de deudas que se han suicidado en los últimos 10 años. “En India”, escribe, “se compran las tierras de millones de personas para entregarlas a empresas privadas por ‘interés público”. Entre esos intereses públicos está la construcción de grandes presas hidroeléctricas, explotaciones mineras, zonas económicas especiales y aeropuertos que deberían beneficiar a los habitantes de la zona, pero suelen acabar convirtiéndolos en emigrantes y empujándolos a trabajar en empleos de baja categoría en las ciudades. CONTINUAR LEYENDO

viernes, 6 de octubre de 2017

La identidad puede matar. Un artículo del Premio Nóbel de Economía Amartya Sen publicao en El País..

En su autobiografía de 1940, The big sea, el escritor afroamericano Langston Hughes describe la euforia que se apoderó de él cuando partió de Nueva York hacia África. Arrojó sus libros estadounidenses al mar: "Fue como deshacerme del peso de un millón de ladrillos". Iba camino de su "África, ¡patria de los negros!". Pronto experimentaría "lo real, ser tocado y visto, no tan sólo leído en un libro". El sentido de identidad puede ser fuente no sólo de orgullo y alegría, sino también de fuerza y confianza. No es sorprendente que la idea de identidad reciba una admiración tan amplia y generalizada, desde la afirmación popular de amar al prójimo hasta las grandes teorías del capital social y la autodefinición comunitaria.

Y, sin embargo, la identidad también puede matar, y matar desenfrenadamente. Un sentido de pertenencia fuerte -y excluyente- a un grupo puede, en muchos casos, conllevar una percepción de distancia y de divergencia respecto de otros grupos. La solidaridad interna de un grupo puede contribuir a alimentar la discordia entre grupos. Es posible que de modo inesperado nos notifiquen que no somos sólo ruandeses, sino específicamente hutus ("odiamos a los tutsis"), o que no somos meramente yugoslavos, sino que en realidad somos serbios ("los musulmanes no nos agradan en absoluto"). De mis recuerdos de la niñez sobre las reyertas entre hindúes y musulmanes en la década de 1940, relacionadas con la política de partición del país, viene a mi memoria la velocidad con que los tolerantes seres humanos de enero, rápidamente se transformaron en los implacables hindúes y los crueles musulmanes de julio. Cientos de miles de personas perecieron en manos de individuos que, encabezados por los comandantes de la masacre, mataron a otros en nombre de su "propio pueblo". La violencia se fomenta mediante la imposición de identidades singulares y beligerantes en gente crédula, embanderada detrás de eximios artífices del terror. CONTINUAR LEYENDO
 

De Euzkadi a Euskadi. Un interesante artículo de Bernardo Atxaga.

Tenía trece años cuando escuché por primera vez la palabra Euzkadi. Estábamos un grupo de escolares mirando desde lo alto de la colina adonde nos solía llevar el maestro para la clase de Ciencias Naturales, cuando mi compañero de pupitre, impresionado quizás por la amplitud y belleza del valle que veíamos desde allí, suspiró de manera ostensible y declaró: Nik bizia emango nikek Euzkadiren alde. Es decir: yo daría la vida por Euzkadi. Detrás de nosotros había un bosque, y un pájaro entre verde y marrón salió de él y pasó por encima de nosotros como queriendo rubricar la afirmación. Gu ez gaituk espainolak, gu euskaldunak gaituk, añadió el compañero de clase cuando el pájaro ya había vuelto a desaparecer entre los árboles. "Nosotros no somos españoles, nosotros somos vascos".

El patetismo y la rotundidad de aquellas palabras me conmovieron profundamente, y creí estar ante uno de esos secretos que, al parecer, según me hacía sospechar lo ocurrido con los Reyes Magos o con la cuestión sexual, jalonaban el paso de la niñez, de la niñez mental, a la mayoría de edad. Temeroso de que mi compañero se diera cuenta de mi ignorancia fijé la vista en el centro de un árbol frondoso y dije: Nik ere bizia emango nikek Euzkadiren alde, "también yo daría la vida por Euzkadi". Como por arte de magia, el pajaro verde y marrón salió de aquel árbol y volvió a pasar por encima de nosotros como una exhalación.

Es una paloma, dijo el maestro. Luego explicó que había palomas de muchos colores, que no todas eran como las de los parques de la ciudad o como las domésticas que solían tener en los caseríos.

No sé si en el terreno de nuestros afectos existe algo equivalente a esa impronta que, según Lorenz, recibe un animal a las pocas horas de nacer dejándole marcado para siempre y directamente ligado con lo primero que ve moverse en su derredor, y es probable que el término, proveniente de la imprenta pero que ahora se utiliza sobre todo en zoología, no cuadre bien con el dominio de lo humano; pero, de todos modos, como hablar de huellas o primeras impresiones me parece excesivamente vago, prefiero decir que lo ocurrido aquel día me marcó profundamente, que hubo un antes y un después de la conversación con mi compañero de pupitre, que aquellas extraordinarias palabras dejaron en mí una impronta que nunca desde entonces he dejado de sentir en mi interior. Naturalmente, no fui un caso aislado, sino uno más de los muchísimos que se dieron en aquella época, principios de los sesenta, en todas las zonas del país donde la lengua vasca se mantenía fuerte y en algunas en las que no se mantenía tanto. Todos supieron de la existencia de un país oculto, y a todos les emocionó la noticia cuando, al igual que lo había hecho mi compañero de escuela, los encargados de transmitirla se mostraron tristes y soñadores: tristes al principio de la conversación, cuando se trataba de hablar de la guerra perdida y del pueblo sojuzgado por un dictador obsesionado con destruir todo lo vasco; soñadores después, cuando se explicaba el ideal, que no era otro que la liberación de Euzkadi. CONTINUAR LEYENDO
 

viernes, 22 de septiembre de 2017

Género El “derecho a la vida”: ¿a la vida de quién?

El aborto “inseguro” en el mundo


Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año cerca de 22 millones de mujeres a nivel global se someten a un aborto inseguro. De entre estas, más de 18 millones pertenecen a países en vías de desarrollo. Casi 50.000 mueren durante el procedimiento, y cerca de 5 millones sufren secuelas. Los organismos internacionales señalan que esta cifra supone el 13% la mortalidad materna en el mundo. Sin embargo, son muchos son los expertos que denuncian que estas cifras no responden a la realidad, ya que en la mayoría de estos países no se dispone o invierte en herramientas rigurosas para recoger datos acerca de cuestiones como el aborto, o muchas otras que afectan directamente a las mujeres, y que, a día de hoy, las hace invisibles en las estadísticas. Precisamente, gracias a la denuncia continuada de numerosas organizaciones este debate se ha puesto sobre la mesa en la discusión sobre los nuevos ODS (punto 17) y la Agenda de desarrollo post 2030, y en línea con ello, ONU Mujeres ha lanzado la campaña “Making every woman and girl count”.

Esta problemática también afecta a los países desarrollados. Ya que, como bien denunció en su día el Informe Estrela, los embarazos no planeados o no deseados, continúan siendo una realidad problemática para muchas mujeres y adolescentes también en la Unión Europea (UE), a pesar de que el aborto sin riesgos es legal y accesible. CONTINUAR LEYENDO
Fuente: unitedexplanations.org
 

lunes, 18 de septiembre de 2017

COMPARTIENDO LECTURAS, PALABRAS Y SENTIMIENTOS: UNICEF. Nuestro planeta, nuestros derechos: materi...

COMPARTIENDO LECTURAS, PALABRAS Y SENTIMIENTOS: UNICEF. Nuestro planeta, nuestros derechos: materi...: "Nuestro planeta, nuestros derechos" es un conjunto de actividades y recursos sobre derechos de infancia y cambio climático. ¡D...

Trump y el odio racial en EE.UU.

Desde la victoria electoral de Donald Trump, los incidentes racistas han ido en aumento en EE.UU. Se habla del llamado “efecto Trump”, puesto que la derecha racista del país se ha visto energizada por el nuevo presidente, quien no ha dudado en coquetear con ella antes y después de su elección.

Colectivos de supremacistas blancos se manifestaron en Charlottesville, el pasado 12 de agosto, para oponerse a la retirada de una estatua del General Robert E. Lee, quien luchó en el bando de los Estados Confederados, partidarios de la esclavitud, en la Guerra Civil de Estados Unidos (1861-1865). Mientras que algunos abogan por mantener la estatua y otros símbolos de la esclavitud como parte de la historia, muchas voces argumentan que su retirada ayudaría a curar las heridas raciales.Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, ha criticado la retirada de este tipo de estatuas.
Las concentraciones de supremacistas en Charlottesville supusieron una serie de incidentes y las protestas de grupos de antirracistas. Hubo enfrentamientos violentos entre los supremacistas, convocados bajo el lema “Unir a la derecha”, y contramanifestantes que se reunieron en contra de la concentración. Una persona murió y unas 20 resultaron heridas a consecuencia del atropello múltiple perpetrado por un joven racista de 20 años. Además, dos policías murieron cuando el helicóptero en el que viajaban se estrelló.
Tengamos en cuenta que, pese a tratarse del incidente racista más grave de los últimos meses, no es un hecho aislado, sino que el Southern Poverty Law Center, institución de referencia en el estudio del extremismo en Estados Unidos, ha alertado del creciente número de actos discriminatorios en el país. Concretamente, hablan del llamado “efecto Trump”, puesto quela derecha racista de Estados Unidos se ha visto energizada o potenciada por Trump, quien no ha dudado en coquetear con ella antes y después de su elección como presidente del país.
Entre los actos discriminatorios recientes, cabe destacar la presencia de sogas en algunos museos norteamericanos, como el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana o el museo de arte moderno Hirshhorn, donde alguien dejó una soga colgada de un árbol frente al edificio. El significado de estos hechos no deja opción a dudas, ya que las sogas colgadas de los árboles eran una de las formas usadas por los supremacistas blancos para matar a los afroamericanos. CONTINUAR LEYENDO
Fuente: unitedexplanations.org

domingo, 17 de septiembre de 2017

“Ser un ‘buen musulmán’ te disculpa de muchas cosas”. Un artículo de una mujer msuslmana publicado en El Páis de forma anónima.

La autora del texto 


Es musulmana y vive en una gran ciudad europea. Su testimonio, bajo anonimato, ayuda a entender por qué la comunidad islámica de Ripoll no advirtió el peligro de su imán

No soy de Ripoll. No conozco directamente la comunidad musulmana de esta ciudad. Pero conozco otra comunidad musulmana que se le parece, que no está muy lejos y de la que soy originaria.

Desde los atentados de Barcelona y Cambrils, miro ansiosamente los periódicos, tanto españoles, como extranjeros, en busca de una explicación. En realidad lo que busco es que alguien me confirme la que, basada en la intuición, se me ocurre a mí. No soy experta, ni educadora, ni socióloga. Soy solo una mujer musulmana que viene de una comunidad similar con la suficiente distancia como para analizarla un poco. Mi explicación proviene de mi experiencia directa, fácilmente exportable a otros casos. No es que no me hayan sorprendido los atentados. Pero conociendo lo que pasó en países vecinos, los temía inconscientemente.

De manera poco sorprendente, las cosas empezaron a cambiar en el año 2000. Lo noté en mi propia familia. Fue siempre muy practicante, pero a la manera tradicional: las mujeres mayores —las que llegaron a Europa adultas— llevaban velo, no se comía cerdo, se respetaba el Ramadán sin darle demasiada importancia, etcétera. Los inmigrantes de este tipo de comunidad suelen ser inmigrantes económicos, muchos procedentes de pueblos aislados y muy pobres.

Muchas veces los hombres llegaron de manera clandestina y lo tuvieron difícil. Siempre buscaron puntos de referencia para ellos y sus familias, entre el deseo de integrarse para mejorar su vida y el de no abandonar su cultura de origen. Al conocer poco la literatura, el arte y la historia árabe-musulmana, la herencia cultural se reduce muchas veces a poco más que a la religión, que les sirve de resorte identificador casi exclusivo. En la mayoría de las familias, los padres apenas saben leer y las madres son analfabetas. No practicaban un islam radical. Era un islam tradicional, más cultural que ideológico o político. 

En los años 2000 empezaron a pasar por los centros culturales y las mezquitas, españoles y europeos, todo tipo de salafistas [la corriente que defiende una interpretación radical del islam]. Digo pasar porque hay cierto honor y valor en ser un musulmán algo nómada, que va de ciudad en ciudad o incluso de país en país para compartir las enseñanzas del islam. Y estos viajeros difundían un islam radical. No yihadista necesariamente, pero sí radical. No eran imanes. Simplemente se quedaban unos días o unas semanas. Y contaban a los miembros de la comunidad que tenían que despertar, que no se podían fiar de los cristianos y que, sobre todo, tenían que cuidar de que sus hijos no se cristianizaran, que no se tenían que mezclar, etcétera. Y añadían nuevos rituales desconocidos.
 

martes, 12 de septiembre de 2017

10 frases de Salvador Allende que te harán ver el lado más humano de la política.

Salvador Allende fue el primer presidente marxista y socialista que presidió un país después de una votación popular. Sin duda, fue uno de los mejores gobernantes del siglo XX. Su discurso del 11 de septiembre de 1973, fecha de su muerte, es uno de los más elocuentes de la historia y, hoy en día, es capaz de emocionar por la sensibilidad y la sinceridad de sus palabras.

Allende, cirujano de profesión, estuvo ligado a la política desde sus años universitarios, aunque alcanzó la presidencia de Chile en 1970, con 62 años, después de cuatro elecciones. Recordado mundialmente como una de las figuras en pro de la lucha obrera más importantes de la historia. Siempre siguió una lucha fraternal y solidaria, como juzgan sus últimas palabras: “Siempre estaré junto a ustedes”. CONTINUAR LEYENDO
Fuene: muhimu.es

sábado, 9 de septiembre de 2017

El complejo mediático-tecnológico-militar-industrial. Justin Schlosberg-



La invisibilidad es la pieza clave de la radical idea del poder que desarrolló en 1959 el sociólogo estadounidense C. Wright Mills. Según este, el poder concentrado en las democracias capitalistas tardías era invisible y ya no se hallaba en las decisiones y los conflictos observables de la política partidista cotidiana.1 Dos años después, esa misma idea quedó plasmada en el concepto del ‘complejo militar-industrial’, articulado por primera vez por el entonces presidente republicano de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower. En su discurso de despedida, en 1961, Eisenhower pronunció una célebre advertencia dirigida al pueblo estadounidense:

“Debemos evitar que el complejo militar-industrial adquiera una influencia injustificable, sea buscada o no. Existen y existirán circunstancias que harán posible que surjan poderes en lugares indebidos, con efectos desastrosos.”
 
[...]  No obstante, si lo analizamos con más detenimiento, el panorama está mucho menos fragmentado de lo que parece. En las páginas que siguen, analizaremos la confluencia de intereses general y latente entre distintos actores de la economía de la información, así como las pruebas que apuntan a una dinámica cada vez más intensa de alianzas y colaboraciones que alcanza incluso al complejo militar-industrial. Si bien la composición de la élite que ostenta el poder varía, de forma inevitable, en función del lugar y la época, las características esenciales de las puertas giratorias, las estrechas relaciones sociales y las alianzas estratégicas siguen siendo tan pertinentes hoy en día como lo eran en la década de 1950.

 

viernes, 8 de septiembre de 2017

La travesía. Migración e infancia. UNICEF.

La migración es un fenómeno complejo y multidimensional y tiene diferentes consecuencias para las personas y los países. Por ello, puede ser analizada desde distintas perspectivas, así como en función de las diversas dinámicas sociales, económicas, políticas y jurídicas que están involucradas. 

Aunque muchas veces la migración tiene efectos positivos en el nivel de vida de las personas y en el desarrollo de los países, también tiene efectos desfavorables. Éstos los padecen particularmente los migrantes irregulares, especialmente los niños, las niñas y los adolescentes, quienes durante todo el proceso migratorio se enfrentan a una serie de situaciones y escenarios que vulneran sus derechos y afectan su desarrollo. 

El propósito del presente documento es analizar algunas de las principales relaciones entre la migración, la infancia y la adolescencia, desde una perspectiva de derechos. Así, para mostrar un panorama general del fenómeno migratorio, en primer lugar se hace una breve revisión de la migración internacional, que permite tener un marco para abordar la migración de niños y adolescentes. 

En segundo lugar, se introducen los principios jurídicos que protegen los derechos de este grupo y que los Estados deben observar en todo momento, en especial cuando tales derechos se ven vulnerados, como durante los procesos migratorios irregulares. 

En tercer lugar, con base en los principios revisados y los instrumentos internacionales sobre derechos de la infancia, se describen cinco de los principales escenarios relacionados con la migración en los que los niños, las niñas y los adolescentes se ven expuestos a situaciones que pueden violar sus derechos. 
Por último, se presenta una serie de estrategias y recomendaciones para la protección de los derechos de los niños migrantes en los diferentes escenarios revisados en el presente documento. 

Conocer las características de los niños, las niñas y los adolescentes migrantes, así como los escenarios involucrados en el proceso migratorio, permite identificar los problemas que es necesario resolver, así como diseñar políticas públicas integrales que sean adecuadas para garantizar los derechos de este grupo en el contexto de la migración. 

Susana Sottoli 
Representante de UNICEF México


Pierre Bourdieu - Cultura del Poder. Relaciones sociales, Cultura de la dominación, ámbitos de reproducción.

martes, 5 de septiembre de 2017

Federici: “Acabar con la violencia contra las mujeres es acabar con el capitalismo que la promueve”.


La activista animó a las miles de personas que se congregaron en El Matadero a hacer una huelga internacional de mujeres el próximo 8 de Marzo

Además de las formas de resistencia, la escritora subrayó la importancia de crear nuevos modos de socialización y cotidianidad

El feminismo ha vuelto a marcar agenda en Madrid, esta vez, por la visita a la capital de la activista feminista y escritora Silvia Federici, que habló ayer sobre la relación entre capitalismo y violencia contra las mujeres con las miles de personas que se congregaron en las instalaciones de El Matadero para escucharla. Fue imposible dar entrada a todas, por lo que la autora de “Calibán y la bruja” y de “Revolución en punto cero” tuvo que dirigirse a gran parte de la audiencia a través de un altavoz que se improvisó en la calle.

La activista quiso profundizar en las formas de lucha social para combatirla. Los modos de resistencia que están surgiendo en todas partes (grupos de autodefensa, mujeres que patrullan las calles, movimiento por recuperar los espacios públicos…) son imprescindibles, subrayó, pero hay que ir más allá. Aquí, Federici apuntó como tareas fundamentales del movimiento feminista dos: coordinar y conectar las luchas entre sí (las de sanidad, educación, por el desempleo, etc) y construir nuevas formas de socialización y reproducción que nos permita reconstruir un tejido social más solidario. “Donde estemos menos aisladas, donde podamos crear un territorio en el que poder controlar nuestra reproducción, ayudarnos y crear nuevas formas de vida. Creo que este es el reto que está ante de nosotras”, dijo.

"Las mujeres son esclavas de la maternidad". Entrevista en La Vanguardia a Nawal el Saadawi, doctora en Medicina, escritora y activista por los derechos de las mujeres.

¿Dios no cabe en un libro?
No, lo aprendí de mi abuela, que, siendo muy valiente, se enfrentó al alcalde del pueblo cuando este, mofándose de ella, le dijo: “Tú nunca conocerás a Dios porque no puedes leer el Corán”.

¿Una sabia analfabeta?
“¿Y quién te ha dicho a ti que Dios es el Corán? –le espetó–. Dios no cabe en un libro. Dios es justicia, libertad y amor”. Así descubrí que los textos sagrados son una cárcel para las mujeres.

A los 13 años le escribió una larga cartaa Dios.
Intentaron prometerme varias veces, la primera a los 10 años, pero yo me portaba fatal con los pretendientes. Mis padres me pegaban y amonestaban sin resultado, y finalmente me enviaron lejos, a un internado. Allí escribí esa carta.

¿Qué le decía a Dios?
Que no creería en él si no era justo. Y que no era justo que mi hermano, mucho peor que yo en los estudios, fuera el preferido. Mi profesor, un musulmán fanático, se puso furioso, así que escondí esa carta, pero mi madre la encontró y me dio la razón, eso me hizo escritora.

¿Qué ha entendido de esencial en estos86 años que lleva vividos?
Que la esencia de la vida es la vida misma, no tiene motivo ni razón. La vida es placer, amor, disfrute, libertad y creatividad. CONTINUAR LEYENDO
 

Cultura y poder: Entrevista a la escritora egipcia Ahdaf Soueif.

Da la sensación de que estamos entrando en un período de contradicciones; un período de profundos cambios y crisis, en el que se despiertan grandes esperanzas y se constatan realidades terribles. Hemos sido testigos de cómo la crisis económica ponía en tela de juicio los cimientos del neoliberalismo; sin embargo, el fundamentalismo del mercado sigue avanzando implacable. Hemos presenciado cómo florecían numerosos movimientos sociales, pero los líderes autoritarios están cobrando protagonismo en todo el mundo. ¿Cuál es su lectura de la coyuntura actual?

Es evidente que se está produciendo una lucha, a escala universal, entre un sistema que tiene al mundo atrapado entre sus garras y algo nuevo que está intentando nacer. En cierto sentido, se trata de la historia de la humanidad, aunque algunos de los elementos de la situación que vivimos son exclusivos del momento actual. El primero de ellos es la concienciación de lo interconectado que está el mundo, tanto en lo que se refiere a los problemas como a las soluciones. Obviamente, quienes tienen intereses en la cuestión siempre han sabido muy bien las oportunidades que ofrecen las distintas partes del mundo; el comercio, la conquista y la migración se basan, precisamente, en ello. Sin embargo, ahora existe una creciente concienciación general de que los problemas del mundo se deben solucionar a escala mundial. Los problemas ambientales son los ejemplos más manifiestos, pero hay muchos más: el aumento exponencial de la riqueza y la pobreza, la brecha obscena entre ricos y pobres o las migraciones y la circulación del capital, por citar algunos. Y todos están interrelacionados.

No podemos fingir que esta concienciación sea compartida por todo el mundo, pero sí por un número suficiente de grupos politizados de gente de todo el mundo ―en su gran mayoría jóvenes (¿podríamos quizá hablar del ‘Colectivo Mundial de Jóvenes’)?― como para que no pase desapercibida ante nuestra mirada. Pienso, por ejemplo, en los palestinos que envían mensajes de apoyo a los activistas afroamericanos en los Estados Unidos, o en el hecho de que el movimiento Occupy utilizara iconografía tomada de la plaza Tahrir.
 
 

lunes, 4 de septiembre de 2017

Harta de ser mujer en Marruecos.Zubaida Boughaba.

Estoy harta de estar siempre por debajo del hombre ante la Ley, harta de esta gran desigualdad.

Estoy harta de no poder salir solo a la calle para dar un paseo, sin que los hombres me molesten. Harta de que, cuando nos ven solas por la calle, se comporten como lobos ante un cordero, no como verdaderos hombres.

Estoy harta de que todos me juzguen por dentro mirando solo la ropa que me pongo o no me pongo, mientras que el hombre puede vestir como quiera y nadie le critica.

Estoy harta de no poder ir a tomar un café tranquilamente a una terraza, mirando el cielo, mirando la vida pasar.

Estoy harta de que los hombres nos tapen el cuerpo, la cara, las manos, pero ellos no se tapan nada nunca o sólo si les apetece.

Estoy harta de que se nos exija llegar vírgenes al matrimonio, pero a ellos no. De que en la noche de bodas se nos compruebe la virginidad, pero a ellos ni se les pregunte si son vírgenes.

Estoy harta de que la sociedad entera y las familias me repudien si soy madre soltera, mientras que ni siquiera se busque al padre para exigirle la misma responsabilidad que se me exige a mí. El hijo es de los dos, la responsabilidad de criarlo es de los dos y si hay repudio debe de ser de los dos.

Estoy harta de no poder tener un novio o un marido no musulmán y de que el hombre, sin embargo, sí pueda tener una mujer no musulmana.

Estoy harta de que no haya en Marruecos ni un solo partido político que promueva la igualdad legal hombre-mujer.

Estoy harta de que un hombre se crea que puede hacer conmigo y con mi cuerpo lo que quiera, como quiera y cuando quiera, sin tener en cuenta lo que yo quiera.

Estoy harta de tener que vivir en países no musulmanes para poder vivir una vida normal, digna y humana.

Estoy harta de que un hombre (sea mi hermano, mi marido, etc.) que tiene el mismo nivel de incultura que yo, mande siempre sobre mí.

Estoy harta de este conformismo de la mujer que por otro lado entiendo, pues el hombre nos ha cortado la lengua y matado la voluntad.

Estoy harta de que los hombres estén ciegos y sean tan desagradecidos: ¿acaso no ven que todos nacieron de mujer?; ¿es que no saben que viven gracias a que una mujer, en su vientre, los alimentó con su propio cuerpo, con su propia sangre, con el calcio de sus huesos?

Estoy harta de todas aquellas personas que impiden que la legislación equipare al hombre y a la mujer.

Y, a pesar de estar harta, estoy orgullosa de ser mujer.
Fuente: cooreodiplomatico..com

sábado, 2 de septiembre de 2017

Yemen: la peor crisis humanitaria de la actualidad

La crisis de Yemen ya está clasificada por la ONU como la mayor crisis humanitaria del mundo actual y otro caso flagrante de crisis olvidada. Yemen es un país colapsado después de más de dos años de conflicto, que sufre un bloqueo desde marzo de 2015, y cuya guerra es alimentada por tensiones internas y avivada por intereses de países externos, que buscan en ella satisfacer sus propios intereses, a costa de las vidas de millones de personas. Los datos son escalofriantes:
  • Más de 20 millones de yemeníes (un 80% de la población total) necesitan asistencia humanitaria, entre ellos 3 millones de personas que se han visto obligadas a desplazarse de sus hogares por culpa de la violencia del conflicto.
  • Niveles de pobreza sin precedentes, que lo han convertido en el país más pobre de Oriente Medio.
  • 14 millones de personas pasan hambre (la mitad del país) y 7 millones necesitan asistencia alimentaria urgente. Además, más de 2’2 millones de niños y niñas están malnutridos, incluyendo medio millón que se encuentra en estado de desnutrición grave y en riesgo de muerte si no reciben tratamiento urgente.
  • 14 millones de personas con acceso limitado a agua limpia, de entre los cuales 8 millones sufren extrema necesidad de ella.
  • Niveles de violencia desproporcionados contra la población civil con ataques indiscriminados a estructuras civiles como escuelas, mercados y hospitales. CONTINUAR LEYENDO
 

viernes, 1 de septiembre de 2017

Las 10 mejores frases de Mafalda sobre el dinero.

Nuestro querido Quino pone, una vez más, en jaque al sistema y aborda temas como la importancia real del dinero, la esclavitud del trabajo y la miseria de los trabajadores o las artimañas de los empresarios.




 

¿Deriva autoritaria en Europa? Polonia, Hungría y el “dilema de Copenhague”.

En este artículo, Anna Gumbau presenta de forma clara las distintas medidas adoptadas por Polonia y Hungría, dirigidas a desmantelar sus estados de derecho. Ante ello, ¿cuál es la respuesta de la Unión Europea?
 
Entre 2004 y 2013, nada menos que 13 países ingresaron en la Unión Europea (UE), la mayoría de ellos procedentes de Europa Central y del Este, alentados por las promesas de progreso económico, libertad de movimiento y, no menos importante, estabilidad democrática. Para poder entrar al ‘club’, cualquier país candidato debe cumplir los llamados “criterios de Copenhague”, y demostrar a sus socios europeos que se adhiere a los principios del Estado de derecho, democracia y derechos fundamentales que promueve la UE; un proceso que puede durar más de una década.
Sin embargo, ¿qué hay de estos estándares una vez que estos países candidatos logran, al fin, acceder a la UE? Ése es el llamado “dilema de Copenhague”: a los países candidatos se les exige el cumplimiento indispensable de unos requisitos y estándares democráticos pero, una vez están dentro, no hay ningún mecanismo que supervise que estos criterios sigan cumpliéndose, ni castigue en el caso de que no lo hagan.
Polonia y Hungría son dos países miembros de la UE que, en los últimos años, han evidenciado que se trata de algo más que un dilema en términos teóricos. Antaño lideraron los procesos de transición democrática en Europa Central y la carrera hacia la Unión Europea. Incluso Polonia era vista por muchos como el “alumno modelo” en la rápida expansión que vio la UE en esa década. Ahora, Polonia tiene dos meses para contrarrestar reformas si no quiere que la Comisión Europea abra un procedimiento de infracción inédito en los 60 años de historia del bloque comunitario, mientras que Hungría está jugando con fuego con numerosas leyes que han deteriorado gravemente las libertades civiles en el país. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? CONTINUAR LEYENDO

Una hoja de ruta europea para las competencias profesionales básicas.

Alex Stevenson, director de las áreas de inglés, matemáticas e inglés para extranjeros del National Learning and Work Institute («Instituto Nacional de Aprendizaje y Trabajo») de Inglaterra y Gales nos explicó de qué modo el hecho de carecer de las competencias básicas impide el aprendizaje en el lugar de trabajo.
 

La formación profesional como instrumento para propiciar el aprendizaje de adultos

Se calcula que las aptitudes para el lenguaje escrito de uno de cada cinco adultos europeos —alrededor de 55 millones de ciudadanos con edades comprendidas entre los 15 y los 65 años— son escasas. Esto no sólo dificulta que puedan encontrar o conservar un trabajo; también incrementa el riesgo de que padezcan pobreza y exclusión social, además de limitar sus posibilidades en lo que respecta a la participación cultural y política, el aprendizaje permanente y el desarrollo personal. No se trata simplemente de una cuestión de competencia lectora. Hoy en día, una gran variedad de actividades personales, laborales y sociales implican el uso de tecnologías, lo que sitúa las competencias digitales y lectoras en el epicentro de la vida cotidiana, desde la búsqueda de empleo hasta mantener el contacto con las amistades. Los índices de participación en las iniciativas de aprendizaje que contribuyen a que los adultos desarrollen estas aptitudes varían considerablemente entre los diferentes países de la UE, pero por lo general son bajos, lo que plantea una gran carencia que subsanar. En Inglaterra, por ejemplo, la participación en programas destinados a enseñar a leer, escribir y aritmética a adultos ha decrecido alrededor de un 25 % en los últimos cinco años. CONTINUAR LEYENDO
 

viernes, 11 de agosto de 2017

Entrevista con Padre Diharce (Publicado el 2 ago. 2017)

Padre Carlos Diharce, sacerdote jesuita de origen cubana, desde el año 1972 está encargado de la misión de Santa Maria de Nieva, en la Amazonia Peruana. Padre Carlos ha sido promotor del SAIPE, Servicio Agropecuario para la Investigación y Promoción Económica. Este órgano trabaja con los pueblos del Alto Marañón, en el área de acción del Vicariato Apostólico San Francisco Javier de Jaén. 


En la entrevista Padre Carlos enfrenta varios temas y nos presenta su opinión como religioso y su experiencia personal con la ayahuasca y las medicinas tradicionales, además de explicarnos como él comparte la cosmovisión indígena en la cual no hay separación entre el plano espiritual y material.



El proyecto de Padre Carlos promueve el manejo sostenible y la conservación de los recursos naturales, además del crecimiento integral de las personas, la defensa de los derechos humanos y colectivos, y la investigación aplicada, en armonía con el territorio. La idea central es fomentar la participación de los pueblos Awajun y Wampis, en particular de las mujeres, para asegurar el buen vivir (Tajimat Pujut) mediante el manejo sostenible del bosque. 

Imagen, sonido y edición: Ricardo D‘Aguiar. https://www.ricardodaguiar.com/ 

Coordinación: Dr. Jacques Mabit, Medico, Fundador y Presidente Ejecutivo del Centro Takiwasihttp://www.takiwasi.com/

miércoles, 2 de agosto de 2017

Martín Lutero: mitos y realidades. (El País)

Dice la leyenda que el 31 de octubre de 1517 el monje agustino Martín Lutero (1483-1546), escandalizado por el vergonzoso espectáculo que la Iglesia ofrecía e indignado por la venta de indulgencias, clavó en las puertas de la iglesia de Wittenberg las 95 tesis que desafiaban el poder de Roma. Se cumplen por tanto 500 años y Alemania está celebrando con fasto este aniversario. Merkel y Obama homenajearon el 25 de mayo a Lutero en la puerta de Brandeburgo y por las mismas fechas se inauguró una espectacular exposición en Wittenberg. Esto, por citar sólo alguno de los eventos más destacados. Desde que acabó la II Guerra Mundial los aniversarios luteranos (nacimiento, muerte, 95 tesis, iluminación divina durante la tormenta de 1505…) apenas revestían relevancia. Pero ahora esto ha cambiado. ¿Por qué?
El gesto descrito a las puertas de la iglesia de Wittenberg es la representación mítica y ritual de lo que significó Martín Lutero para el entonces llamado Sacro Imperio Germánico. Hace mucho que se duda de que clavara sus tesis; las menciones al acto desafiante aparecen mucho después conforme se va adornando y mitificando al personaje Lutero y al cisma que trajo consigo. Pero, si non è vero, è ben trovato. Resulta mucho menos heroico mandar por correo —que es lo que con toda probabilidad sucedió— el texto de protesta al obispo de Maguncia. Así que el gesto simbólico conserva hoy toda su prosopopeya teatral pero era mucho más épico en aquel tiempo, porque el hombre del siglo XVI sabía que este era el modo en que se daban a conocer los llamados carteles de desafío, con los que un caballero insultaba públicamente a otro y le retaba a duelo. Había que responder, si no, quedaba deshonrado para siempre. Hay en la figura de Lutero un componente de heroísmo a toro pasado muy interesante para comprender su significado en la historia de Alemania y sí, no se sorprenda el lector, en la de España.

El cisma luterano es la manifestación de un problema político, y haberlo mantenido en el orbe de lo religioso enturbia completamente su comprensión. A través de él se expresa el nacionalismo germánico de la primera hora y por eso Martín Lutero es celebrado y exaltado en Alemania cada vez que a ese nacionalismo le sube la temperatura. Desde la II Guerra Mundial no se ha conmemorado de manera significativa ninguna efemérides luterana. En 1983 pasó sin pena ni gloria en la RFA el quinto centenario del nacimiento de Martín Lutero que tan festejado fue en tiempos de Bismarck. Así, por ejemplo, el 10 de noviembre de 1883, el emperador Guillermo I encabezó el desfile del cuarto centenario del nacimiento de Martín Lutero en Eisleben. CONTINUAR LEYENDO

miércoles, 12 de julio de 2017

La recuperación de los servicios públicos.

Las privatizaciones están fracasando. En todo el mundo, la gente está devolviendo a manos públicas servicios esenciales. Los servicios públicos deben servir a las personas, no a los fines de lucro. tni.org/servicios-publicos


En colaboración con Observatoire des Multinationals, Cámara Federal del Trabajo de Austria (AK), Federación Sindical Europea de Servicios Públicos (FSESP-EPSU), Ingeniería Sin Fronteras Cataluña (ISF), Internacional de Servicios Públicos (ISP-PSI), Unidad de Investigación de la Internacional de Servicios Públicos (PSIRU), We Own It, Sindicato de Empleados Municipales y Generales de Noruega (Fagforbundet), Sindicato Canadiense de la Función Pública (SCFP-CUPE) y Proyecto Servicios Municipales (MSP-Canadá).

martes, 11 de julio de 2017

Personas mayores en la economía de Euskadi. Un estudio realizado por Maria-Angeles Durán.

El envejecimiento de la población en Euskadi y su futuro demográfico constituye una realidad que cuando menos, ocupa a responsables políticos, planificadores y expertos en estas áreas de conocimiento, por las consecuencias que puedan tener en las políticas públicas.

Este fenómeno, tiene muchas vertientes; es un éxito de las sociedades avanzadas, es un reto y hay que evitar que sea un problema.

El objeto de este estudio es analizar la situación de las personas mayores en la economía de Euskadi, desde una perspectiva similar a la propuesta por Stiglitz, Sen y Fitoussi (Comisión sobre la Medición del Desarrollo Económico y del Progreso Social) y a la preconizada en numerosos documentos de organismos internacionales, especialmente la Plataforma de Acción de la Conferencia de Naciones Unidas (Pekín, 1995). Un análisis desde la aportación de datos.

Para valorar la situación económica de los mayores, objeto de este estudio, hay que entender que estos desarrollan gran parte de su actividad económica fuera de economía de mercado, principalmente en la economía no monetarizada de los hogares, economía poco analizada y valorada. Este grupo de población produce servicios para sí mismos y para otras personas, estimándose que asumen más de un tercio de la carga global de cuidado en Euskadi, labor invisible y escasa o nulamente valorada.

Los estereotipos sociales no avalan estos datos; los mayores son considerados ciudadanos pasivos, consumidores de servicios públicos, no productivos, fuente de problemática económica para la ciudadanía; lejos de ello, su labor en la economía no monetaria de los hogares, poco visible y valorada, apoya el mantenimiento del estado del bienestar, especialmente en estos tiempos de crisis; producen cuidados; son los propietarios de un tercio del parque inmobiliario; son estables en recepción y gasto monetario, aportan al PIB autonómico.… Desde su trabajo en la economía no monetarizada, contribuyen a un mayor éxito de la economía monetarizada, de la cual están cuasi excluidos. Pero los estereotipos gozan de una gran fuerza; de ahí la frase del gran físico y filósofo Albert Einstein: “ ¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.”

Este estudio, publicado y financiado por el Departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, y realizado en colaboración con Matia Instituto, tiene como objetivo último reconocer y valorar la labor invisible del colectivo humano en edad avanzada, su aportación a la economía real, en base a servicios no monetarizados producidos fuera del mercado y finalmente “desintegrar” estereotipos injustos e innecesarios.

La lucha de la mujer en el siglo XXI. Un artículo de Olivia Muñoz Rojas publicado en el País Semanal (21 de Abril de 2017).

QUÉ SIGNIFICA ser mujer y feminista en el siglo XXI? Somos muchas mujeres las que nos lo preguntamos sin hallar una respuesta única. Esto no es necesariamente algo negativo, sino el reflejo de la experiencia individual de cada una, así como de la riqueza conceptual y práctica del feminismo como tradición moderna de pensamiento y activismo que cumple casi dos siglos y medio de historia. De su tronco han ido brotando numerosas ramas a lo largo del tiempo, reflejo, a su vez, del creciente número de mujeres (y hombres) que en diversas partes del mundo luchan por la igualdad entre los sexos y debaten sobre cómo debe ser una sociedad igualitaria. La desigualdad de género se manifiesta de muchas maneras: desde la brecha salarial en nuestro país hasta la ausencia de iguales derechos para las mujeres en algunas sociedades de tradición islámica, pasando por el sexismo en el lenguaje en muchos idiomas europeos o el reparto asimétrico de las (pesadas) tareas domésticas en todo el planeta.

Entre los retos, especialmente en el mundo desarrollado, está, por un lado, no dormirse en los laureles y pensar que ya hemos alcanzado sociedades prácticamente igualitarias, y por otro, no caer en actitudes dogmáticas que, por excesivamente victimistas o excluyentes, generan rechazo entre muchas mujeres que terminan por no identificarse con la causa feminista. A pesar de la existencia de indicadores objetivos de desigualdad de género, existe la percepción de que son cada vez menos las mujeres jóvenes que se autodefinen como feministas. Para muchas de ellas, el feminismo se ha vuelto sinónimo de rechazo al hombre, la maternidad, la belleza femenina y otros valores tradicionalmente de la mujer a los que no necesariamente quieren renunciar. Ante esta noción de este movimiento como ruptura radical con los hombres (re)surgen corrientes más conservadoras, naturistas o new age que abogan por la complementariedad de los sexos y emplazan a las mujeres a asumir incondicionalmente su papel biológico de gestadoras y cuidadoras. Reivindican un lugar y una visibilidad equivalente para las actividades reproductivas y productivas, por ejemplo, espacios urbanos y laborales más amables con la crianza. Sin embargo, incurren con frecuencia en el mismo dogmatismo que se achaca al feminismo radical.

En lugar de imaginar a las mujeres como una suerte de hermandad que debe regirse por los mismos principios –la autosuficiencia absoluta o nuestra capacidad reproductiva–, algunas feministas ven a un colectivo de personas con vidas y aspiraciones diversas, que incluye también a hombres, unidos en una lucha común por la igualdad de condiciones y oportunidades de mujeres y hombres. Entre ellas, la de, como mujeres, elegir libremente nuestro modo de vida sin miedo a ser juzgadas socialmente, sea como madres, trabajadoras, solteras o las tres cosas a la vez. O, como hombres, la de asumir papeles y tareas tradicionalmente femeninos sin ser estigmatizados por la sociedad. No se puede redefinir el papel de la mujer sin redefinir el del hombre.

La minoría más grande de la humanidad sabe en el fondo todo lo que se juega y no va a cejar en su lucha

Es quizá en los países en desarrollo donde resulta más evidente que la batalla por la igualdad de género se solapa con las luchas por la igualdad social. Muchas veces son mujeres procedentes de comunidades étnicas marginales las que toman la delantera en las luchas campesinas por defender la tierra, por ejemplo. Al fin y al cabo, ellas sufren una doble o hasta triple violencia en su condición de mujeres, pobres, no blancas o étnicamente minoritarias. Suelen ser las más explotadas entre los explotados.

De la energía, determinación y visión de estas mujeres hay mucho que aprender en el mundo occidental en un momento en el que, además del riesgo de dormirse en los laureles o atrincherarse en el dogmatismo, el movimiento feminista se enfrenta a la cooptación por parte del mercado y los medios. No es el primero ni será el último movimiento contestatario que acabe nutriendo de eslóganes a las grandes corporaciones. Puede que las campañas de la marca Dove a favor de la “belleza real” femenina hayan tenido un efecto positivo sobre la autoestima de muchas mujeres. Pero no debemos olvidar que el objetivo último de las marcas no es este, sino vendernos más productos. También conviene distinguir entre un interés genuino de los medios por la causa feminista, el cual, por supuesto, hay que fomentar; y una moda pasajera que puede llegar a banalizar una lucha que lo es todo menos banal.

En un entorno político global crecientemente reaccionario, las mujeres tienen mucho que perder. Por ello, y a pesar de los retos señalados, las extraordinarias movilizaciones que se produjeron el pasado 8 de marzo en todo el mundo en defensa de las mujeres y contra la violencia machista son síntoma de que la minoría más grande de la humanidad sabe en el fondo lo que se juega y no va a cejar en su lucha.

lunes, 10 de julio de 2017

Dos generaciones que se dan la espalda (El País)

La brecha entre el voto de los jóvenes españoles y sus mayores es más amplia que nunca. Un abismo político y económico les separa y condiciona sus opiniones
 
Antes de salir para una manifestación en 2007, Pablo Padilla recibió la advertencia de su padre: “Pablo, ten cuidado, que yo sé qué pasa en las manis”. Su padre había corrido delante de los grises en los 70, cuando era estudiante de Caminos. Pablo, de 28 años, es hoy diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid, y su padre acabó trabajando en Telefónica. Sus experiencias políticas en la juventud fueron diferentes, pero marcan de manera similar a sus generaciones: los jóvenes de la Transición y los millennials. El profundo interés por la política de la generación que forman los menores de 34 años, según constatan los datos del CIS y diferentes encuestas de Metroscopia, hace prever más novedades para el futuro, además del fin del bipartidismo. Igual que ocurrió con la Transición. 

“Se ha roto el momento referente político en España que era la Transición. Ese momento ya no es inédito. Ahora hay otro. Se ha replicado con otros canales, con otra estructura política”, dice Paco Camas, analista de Metroscopia. La Transición duró solo unos años, pero su legado es profundo. María José Estrada, madre de Padilla, recuerda cómo su interés por la política decayó a finales de los 80: “Todos nos conformamos con supuestos grandes logros. Luego descubres que no es verdad. Creí que construía un futuro que no ha cuajado”, dice. CONTINUAR LEYENDO