martes, 11 de julio de 2017

Personas mayores en la economía de Euskadi. Un estudio realizado por Maria-Angeles Durán.

El envejecimiento de la población en Euskadi y su futuro demográfico constituye una realidad que cuando menos, ocupa a responsables políticos, planificadores y expertos en estas áreas de conocimiento, por las consecuencias que puedan tener en las políticas públicas.

Este fenómeno, tiene muchas vertientes; es un éxito de las sociedades avanzadas, es un reto y hay que evitar que sea un problema.

El objeto de este estudio es analizar la situación de las personas mayores en la economía de Euskadi, desde una perspectiva similar a la propuesta por Stiglitz, Sen y Fitoussi (Comisión sobre la Medición del Desarrollo Económico y del Progreso Social) y a la preconizada en numerosos documentos de organismos internacionales, especialmente la Plataforma de Acción de la Conferencia de Naciones Unidas (Pekín, 1995). Un análisis desde la aportación de datos.

Para valorar la situación económica de los mayores, objeto de este estudio, hay que entender que estos desarrollan gran parte de su actividad económica fuera de economía de mercado, principalmente en la economía no monetarizada de los hogares, economía poco analizada y valorada. Este grupo de población produce servicios para sí mismos y para otras personas, estimándose que asumen más de un tercio de la carga global de cuidado en Euskadi, labor invisible y escasa o nulamente valorada.

Los estereotipos sociales no avalan estos datos; los mayores son considerados ciudadanos pasivos, consumidores de servicios públicos, no productivos, fuente de problemática económica para la ciudadanía; lejos de ello, su labor en la economía no monetaria de los hogares, poco visible y valorada, apoya el mantenimiento del estado del bienestar, especialmente en estos tiempos de crisis; producen cuidados; son los propietarios de un tercio del parque inmobiliario; son estables en recepción y gasto monetario, aportan al PIB autonómico.… Desde su trabajo en la economía no monetarizada, contribuyen a un mayor éxito de la economía monetarizada, de la cual están cuasi excluidos. Pero los estereotipos gozan de una gran fuerza; de ahí la frase del gran físico y filósofo Albert Einstein: “ ¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.”

Este estudio, publicado y financiado por el Departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, y realizado en colaboración con Matia Instituto, tiene como objetivo último reconocer y valorar la labor invisible del colectivo humano en edad avanzada, su aportación a la economía real, en base a servicios no monetarizados producidos fuera del mercado y finalmente “desintegrar” estereotipos injustos e innecesarios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario