Alex Stevenson, director de las áreas de inglés, matemáticas e inglés para extranjeros del National Learning and Work Institute («Instituto Nacional de Aprendizaje y Trabajo») de Inglaterra y Gales nos explicó de qué modo el hecho de carecer de las competencias básicas impide el aprendizaje en el lugar de trabajo.
La formación profesional como instrumento para propiciar el aprendizaje de adultos
Se
calcula que las aptitudes para el lenguaje escrito de uno de cada cinco
adultos europeos —alrededor de 55 millones de ciudadanos con edades
comprendidas entre los 15 y los 65 años— son escasas. Esto no sólo
dificulta que puedan encontrar o conservar un trabajo; también
incrementa el riesgo de que padezcan pobreza y exclusión social, además
de limitar sus posibilidades en lo que respecta a la participación
cultural y política, el aprendizaje permanente y el desarrollo personal.
No se trata simplemente de una cuestión de competencia lectora. Hoy en
día, una gran variedad de actividades personales, laborales y sociales
implican el uso de tecnologías, lo que sitúa las competencias digitales y
lectoras en el epicentro de la vida cotidiana, desde la búsqueda de
empleo hasta mantener el contacto con las amistades. Los índices de
participación en las iniciativas de aprendizaje que contribuyen a que
los adultos desarrollen estas aptitudes varían considerablemente entre
los diferentes países de la UE, pero por lo general son bajos, lo que
plantea una gran carencia que subsanar. En Inglaterra, por ejemplo, la
participación en programas destinados a enseñar a leer, escribir y
aritmética a adultos ha decrecido alrededor de un 25 % en los últimos
cinco años. CONTINUAR LEYENDO
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