Venerada y odiada por igual, la escritora india alimenta su fama de figura antisistema con 'Espectros del capitalismo', un ensayo en el que despedaza las bases de nuestra realidad
Hace mucho tiempo que la escritora india más famosa del mundo, Arundhati Roy, no siente alegría al escribir. Después de ganar el Premio Man Booker en 1997 por su aclamada novelaEl dios de las pequeñas cosas, pasó a la no ficción. “Si quiere saber la diferencia entre mis obras de ficción y las de no ficción, en ficción escribo con alegría, mientras que en no ficción escribo después de haber hecho todo lo posible para no hacerlo”, dice la autora. Se la considera una figura antisistema, y en India la veneran y la odian por igual por sus pragmáticos escritos sobre el Gobierno, el medio ambiente y los derechos humanos.
“No creo ser una disidente compulsiva, pero estoy convencida de la necesidad de no someterse a la dictadura de la mayoría, que es lo que está empezando a hacer a toda velocidad la democracia de este país. Incluso aunque no sean muy numerosos, estos pequeños grupos de personas tienen una presencia que está convirtiéndolos en los árbitros del país”.
A sus 54 años, Roy se muestra más audaz que nunca en su nueva obra, Espectros del capitalismo. “Todos somos personajes de esta historia. El capitalismo no tiene un alma humana, y el dinero de las empresas no tiene nacionalidad”, dice la escritora. El libro despedaza el capitalismo, analizado desde hace más de 100 años sobre todo en EE UU, y recorre sus desventuras más memorables en zonas del mundo como Vietnam, Irak y, sobre todo, Indonesia. Guerras libradas en lugares remotos, que cuestan miles de millones de dólares y un número incontable de vidas, y cuyo único motivo es “proteger el modo de vida estadounidense”, dice Roy. Se pueden ver ejemplos de su opresión en todo el mundo, y no cuesta mucho establecer la relación entre el capitalismo y el sufrimiento de la gente en todas partes.
A sus 54 años, Roy se muestra más audaz que nunca en su nueva obra, Espectros del capitalismo. “Todos somos personajes de esta historia. El capitalismo no tiene un alma humana, y el dinero de las empresas no tiene nacionalidad”, dice la escritora. El libro despedaza el capitalismo, analizado desde hace más de 100 años sobre todo en EE UU, y recorre sus desventuras más memorables en zonas del mundo como Vietnam, Irak y, sobre todo, Indonesia. Guerras libradas en lugares remotos, que cuestan miles de millones de dólares y un número incontable de vidas, y cuyo único motivo es “proteger el modo de vida estadounidense”, dice Roy. Se pueden ver ejemplos de su opresión en todo el mundo, y no cuesta mucho establecer la relación entre el capitalismo y el sufrimiento de la gente en todas partes.
El título del libro hace referencia a las grandes empresas que están desatando en India una fuerza económica sesgada e insostenible a largo plazo. Roy revela cómo los que disponen del poder del capital se han abierto camino de forma brutal a través de bosques vírgenes, pueblos, tierras de cultivo y la conciencia de la población, dejando a su paso un rastro destructor de caos y desigualdad. Para respaldar sus afirmaciones, en su libro presenta una ecuación: en un país de 1.200 millones de personas, el 1% más rico posee una riqueza equivalente a la cuarta parte del PIB nacional y superior a los ingresos totales de los 800 millones de indios pobres y marginados que viven con menos de medio euro al día, menos los 250.000 campesinos cargados de deudas que se han suicidado en los últimos 10 años. “En India”, escribe, “se compran las tierras de millones de personas para entregarlas a empresas privadas por ‘interés público”. Entre esos intereses públicos está la construcción de grandes presas hidroeléctricas, explotaciones mineras, zonas económicas especiales y aeropuertos que deberían beneficiar a los habitantes de la zona, pero suelen acabar convirtiéndolos en emigrantes y empujándolos a trabajar en empleos de baja categoría en las ciudades. CONTINUAR LEYENDO
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