¿El café acorta la vida? ¿Los empleados públicos están mejor pagados que los privados? ¿Las amas de casa son más conservadoras y católicas que las mujeres trabajadoras? Preguntas como estas suelen ser mucho más difíciles de responder de lo que puede parecer a primera vista. Y es que la deducción precipitada de una relación causa-efecto de cualquier asociación o correlación es una de las fuentes más extendidas de interpretaciones erróneas, que frecuentemente confunden -o manipulan intencionadamente- a la opinión pública, como ilustraremos con unos ejemplos.
Pulsa AQUÍ para acceder a la información
Fuente: Artículo de Ansgar Seyfferth, visto en huffingtonpost.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario