España se convertirá, de aquí a 50 años, en un país severamente envejecido y lleno de hogares en los que vivirá una sola persona, según las proyecciones publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Para el año 2031 —dentro de tres lustros— 5,52 millones de viviendas tendrán un único habitante, un incremento del 19,8% respecto a la actualidad. Para 2066, España habrá perdido casi 5,4 millones de habitantes sobre los 46,4 millones actuales.
La población española alcanzará el próximo año 2017 un punto de inflexión en términos absolutos. Tras crecer levemente este 2016 hasta los 46,43 millones de habitantes, a partir del año que viene, el número de personas que viven en España comenzará un descenso que no se interrumpirá en los 50 años que abarca la proyección del INE.
El envejecimiento de los nacidos en el llamado baby boom —la explosión de la natalidad entre 1946, tras la Segunda Guerra Mundial, y mediados de los años 60 del siglo pasado— y de la generación posterior, acelerará la mortalidad entre los años 2046 y 2066. Esto sumado a la reducción de los nacimientos en los próximos 15 años —entre 2016 y 2030 nacerán unos 5,3 millones de niños, un 22% menos que los partos registrados desde principios de la centuria— hará que el saldo vegetativo y la cifra global de población se precipite. CONTINUAR LEYENDO
Fuente: El País
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