sábado, 23 de enero de 2016

Cultura / Identitats. La vida en un sistema inquiet. Yolanda Onghena, investigadora senior, CIDOB.

Avui la cultura està present en quasi tots els discursos i gairebé qualsevol problema sembla tenir una explicació cultural. La cultura s’ha convertit en un recurs que permet parlar de tot allò que inquieta, incomoda o es fa difícil d’abordar d’una altra manera. Especialment en temps com aquests, de canvis accelerats i d’incerteses, trobar paraules es torna una prioritat. Deia Nietzsche: “Com que en el fons es tracta únicament de desempellegar-se d’idees depriments, no s’és molt estricte pel que fa als mitjans per aconseguir-ho: la primera idea que explica com a conegut allò que no n’és, fa tant de bé, que l’home la té per vertadera”.

Davant d’un problema nou, desenvolupem una retòrica per a parlar-ne. I trobem en la cultura just allò que ens cal: conceptes manejables que permeten fer comprensibles els fenòmens situant-los en un marc de coneixement (anterior o nou) sobre el món, la societat o nosaltres mateixos. Uns conceptes que responen a paraules que sorgeixen tot d’una i es van repetint fins que acaben sent d’ús comú, on fiquem tot allò que no sabem o no volem anomenar –com qui escombra la brossa sota la catifa. Són paraules que encaixen perfectament amb el “concepte clau” que representen: tenen la virtut de l’abstracció, ajuden a categoritzar i, sobretot, redueixen la incertesa –no pas fent-la més comprensible, sinó neutralitzant-la dins el vocabulari habitual.

Yolanda Onghena pensa que paraules com “diversitat”, “identitat”, que tant triomfen en el debat públic, no són sinó uns recursos imprecisos, que figura que permeten resumir les tensions presents a les nostres societats (entre unitat i fragmentació, per exemple), però que no ens apropen a una més gran comprensió dels fenòmens. El que cal, diu, és entendre, d’entrada, que la cultura és un “sistema inquiet”. CONTINUAR LEYENDO

Venezuela 2016: nuevo escenario político (CIDOB). Anna Ayuso, investigadora sénior, CIDOB, y Susanne Gratius, profesora de relaciones internacionales, Universidad Autónoma de Madrid (UAM)

El 5 de enero de 2016 empezó una nueva etapa política en Venezuela como consecuencia de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015 que modificaron el equilibrio de poder entre oficialismo y oposición. Ese día se constituyó una Asamblea Nacional en la que la oposición tendrá una mayoría calificada de dos tercios. Ello le permite legislar y, según se ha propuesto, empezar a desmantelar parte de las estructuras de poder que durante más de tres lustros han estado en manos del chavismo antes y después del fallecimiento de Hugo Chávez.

Tras la ajustada victoria presidencial de Nicolás Maduro sobre Henrique Capriles en abril de 2013 y unas elecciones locales en diciembre del mismo año en que el oficialismo consiguió retener una gran parte de su poder municipal, el claro triunfo electoral de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que agrupa a las fuerzas del bloque opositor en las parlamentarias, supone una nueva constelación de poder. A partir de ahora, el escenario político venezolano se divide entre un Ejecutivo chavista y un Legislativo con la mayoría de la oposición.

Sin embargo, la mayoría parlamentaria no chavista de 112 diputados frente a 55 del oficialismo tendrá que convivir con el amplio poder ejecutivo que caracteriza un sistema presidencialista. Pero además se enfrentará a todo el aparato institucional hoy al servicio de la revolución socialista y que incluye, desde el poder judicial al denominado “poder popular” de las Comunas y un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) integrado exclusivamente por oficialistas que ahora cuestionan la legitimidad de doce diputados opositores y reclaman nuevas elecciones en algunos estados.

Es clave el papel de las Fuerzas Armadas, que son el principal sostén del régimen, pero también un actor político independiente que podría actuar como árbitro. La nueva etapa política no necesariamente trae más estabilidad al país, afligido por una severa crisis económica y de seguridad ciudadana. El actual reparto de poder entre las dos principales fuerzas políticas del país les obliga, no sólo a coexistir, sino a reconocerse mutuamente si se quiere evitar un indeseable escenario de ingobernabilidad. CONTINUAR LEYENDO

Europa ante la crisis de los refugiados: 10 efectos colaterales. Pol Morillas, Elena Sánchez-Montijano y Eduard Soler (coords.) CIDOB

El año 2015 será recordado como el momento en que Europa vivió en propia piel una tragedia de dimensiones globales. Una crisis que otras regiones del mundo vienen atravesando desde hace años con mucha mayor intensidad. La ya conocida como «crisis de los refugiados» va a tener un fuerte impacto en toda Europa y no únicamente sobre un puñado de países. Continuará afectando al conjunto del proyecto de construcción europea y no sólo a alguna de sus políticas. En los textos recogidos en esta monografía apuntamos a diez de sus efectos colaterales que ya se están manifestando.

¿Qué ha pasado en el mundo en 2015? Una visión desde CIDOB (Centro para el Estudio de Asuntos Internacionales).

Dejamos atrás el año 2015. Un año que será recordado por la llegada de centenares de miles de refugiados a Europa, por la intensificación de la amenaza terrorista a escala global y por acuerdos alcanzados en tiempo de descuento. Es momento de girar la vista atrás y hacer balance de un año especialmente intenso a través de los análisis que CIDOB ha publicado a lo largo de estos doce meses.

El informe se estructura en los siguientes apartados:
  • Nuestras previsiones.
  • Terrorismo.
  • Crisis de refugiados.
  • Las otras crisis europeas.
  • Mediterráneo y Oriente Medio.
  • Rusia y el orden de seguridad en Europa.
  • Oportunidad diplomática.
  • América Latina.
  • Emergentes.
  • En clave de proximidad.
  • Con la vista puesta en 2016.

viernes, 22 de enero de 2016

Los ataques machistas coordinados en Colonia y los errores eurocéntricos de una izquierda europea postlaica. Un artículo de Marieme Hélie-Lucas 16/01/2016

La reacción negacionista de buena parte de las izquierdas europeas a los ataques machistas perpetrados simultáneamente en al menos 10 ciudades europeas por varones “musulmanes” fundamentalistas, señaladamente en Colonia, no sólo ha sido lamentable, sino reveladora tal vez de algo más profundo. Precisamente, ciertas izquierdas europeas sedicentemente radicales (“multiconfesionales”, “multiculturales”: postlaicas, en suma) que han ido abandonando en las últimas décadas el primer valor fundacional de la izquierda –el laicismo republicano— son objeto aquí de una crítica tan oportuna e inclemente como esclarecedora por parte de la conocida feminista y luchadora laicista argelina Marieme Hélie-Lucas: “Que la izquierda y demasiadas feministas se atengan a la teoría de las prioridades (la exclusiva defensa de las gentes de origen migratorio –recategorizadas como `musulmanes´— frente a la derecha capitalista occidental), es un error mortal que la historia juzgará implacablemente: es abandonar a su suerte a las fuerzas progresistas de nuestros países. Deserción cuya absurda inhumanidad pone una tacha indeleble en la bandera del internacionalismo.”

Max Neef: “La economía neoliberal mata más gente que todos los ejércitos del mundo juntos, y no hay ningún acusado, no hay ningún preso”

"Seguir forzando el crecimiento para consumir más y seguir produciendo una infinita cantidad de cosas innecesarias, generando una de las instituciones más poderosas del mundo como lo es la publicidad, cuya función es una y muy clara: hacerte comprar aquello que no necesitas, con plata que no tienes, para impresionar a quienes no conoces. Eso evidentemente no puede ser sustentable"

El economista y ex candidato presidencial (Chile) Manfred Max Neef cuestionó la obsesión por el crecimiento que genera la economía neoliberal, misma que a su jucio es "un fracaso tremendamente peligroso y brutal" y la responsable de gran parte "de todos los horrores que estamos viviendo en el mundo".

En una entrevista realizada por la revista En Torno, el autor de la tesis del desarrollo a escala humana afirmó que "esta economía neoliberal mata más gente que todos los ejércitos del mundo juntos, y no hay ningún acusado, no hay ningún preso, no hay ningún condenado. Todos los horrores que estamos viendo en el mundo, gran parte de ellos, tienen un trasfondo que está anclado a esta visión de tratamiento y práctica económica".

Y enfatizó que "la obsesión del crecimiento, para empezar, es un disparate. Porque una elemental ley natural, que todo el mundo conoce, es que todos los sistemas vivos crecen hasta un cierto punto en que dejan de crecer. Tú dejaste de crecer, yo dejé de crecer, el árbol grande deja de crecer, pero no deja de desarrollarse. Seguir forzando el crecimiento para consumir más y seguir produciendo una infinita cantidad de cosas innecesarias, generando una de las instituciones más poderosas del mundo, como lo es la publicidad, cuya función es una y muy clara: hacerte comprar aquello que no necesitas, con plata que no tienes, para impresionar a quienes no conoces. Eso evidentemente no puede ser sustentable".

Para Max Neef no es un problema sin solución. Y por ello cree que la anternativa es "la visión de la economía ecológica", ya que "a diferencia de la economía tradicional, la economía ecológica es una economía que está al servicio de la vida y tiene características fundamentalmente opuestas a la convencional".

Descarga gratis el mapa del Patrimonio Mundial de la UNESCO

A través de la web de la UNESCO podemos descargar la nueva edición del mapa del PatrimonioMundial. Existen dos opciones: