La frase con la que comienza este artículo, que hace referencia al año 814 de nuestra era, es la única fuente altomedieval (aun siendo copia posterior de en torno al siglo XII, según se deduce del uso de términos como Castella, algunos de los fragmentos conservados sí parecen datar de los siglos IX y X) que se tiene sobre los foramontanos.
Poca información para lo mucho que se ha venido escribiendo sobre estas misteriosas primeras repoblaciones medievales peninsulares. Pero, ¿de qué hablamos cuando hacemos referencia a los foramontanos?
La invasión musulmana posterior al año 711 asienta en casi toda la península Ibérica un robusto poder ostentado por el islam. Tradicionalmente se ha pensado que ciertas bolsas de población cristiana pervivieron en las montañas del norte, ya sea en la cordillera Cantábrica o en los Pirineos, y aunque se ha demostrado arqueológicamente que el dominio del emirato se extendió incluso hasta el mar (con Gijón como punto importante de la administración musulmana), lo cierto es que esas fuerzas pronto fueron expulsadas hacia el sur, más allá de las montañas. El saqueo de Lisboa por parte del rey asturiano Alfonso II en el año 798 parece hablarnos de un reino impetuoso y con vigor, que posee resortes no solamente para defenderse de aceifas, sino también para lanzar dardos dolorosos más allá de sus propias fronteras. CONTINUAR LEYENDO
Fuente: Anatomía de la Historia
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