El valle de Chiana, en el sur de Toscana, vivió su época de mayor esplendor bajo los etruscos, que fueron los primeros en cultivar sus tierras de forma intensiva siete siglos antes de nuestra era. Hoy es conocido en toda Italia por sus chianinas, unas vacas enormes y completamente blancas que se mueven por sus colinas como fantasmas. Solo se crían en ese valle y habitan en él desde la antigüedad. Esas reses, de cuya carne salen las auténticas fiorentinas, los preciados chuletones toscanos, albergan la clave para dilucidar una de las grandes incógnitas de la antigüedad: el origen de los etruscos, la civilización que pobló el centro de Italia antes de Roma y que trajo las primeras ciudades a Occidente en el siglo VIII antes de Cristo. Este pueblo ha despertado una creciente fascinación por la finura, calidad y expresividad casi contemporánea de su arte; pero también por el halo de misterio que siempre le ha acompañado.
Fuente: elpais.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario