No ganó el Goya en 2012, pero la historia de Mikel Trueba ha ganado el corazón de todas las personas que tuvimos el privilegio de conocerle. En marzo de 2008 quiso comprometerse con Vidasolidaria y abrió su blog para decirle al mundo que tenía "algo que contar para el que supiese escuchar".
"Este blog - nos dijo- no es para dar pena, es para que la gente sepa cómo hay que aprovechar la vida. Porque en cualquier momento te cambia la suerte". Y lo consiguió. Sus 151 post son un auténtico regalo, un subidón de energía positiva, un derroche de generosidad.
A lo largo de cinco años ha compartido con nosotros sus mejores y sus peores momentos, sus avances en lo sentimental y sus recaídas en lo físico, pero sobre todo ha luchado por contagiarnos su amor por los pequeños detalles de la vida.
Por activa y por pasiva nos ha pedido que aprendiéramos a disfrutar de los pequeños momentos, de esos pequeños destellos que a veces se cruzan en nuestras vidas y que tantas veces nos encargamos de ningunear buscando la felicidad suprema. Mikel nos decía que veía en las pequeñas cosas la grandeza de vivir y con ese mensaje nos queremos quedar hoy en ésta su casa, con esa certeza y con esa maravillosa frase de la galería de fotos que acompaña esta información " sintiendo que ha merecido la pena vivir".
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