Tras el final de la Segunda Guerra Mundial los países europeos desarrollados y Estados Unidos llevaron a cabo la implantación de sistemas de impuestos progresivos sobre la renta y, en menor medida, sobre el capital con dos finalidades: redistribución de renta y recaudación. Este sistema impositivo es lo que permitió el incremento de los gastos sociales que favorecieron también la redistribución de renta, y de posibilitar la tendencia hacia una mayor igualdad en derechos y oportunidades. En todo caso, hay que subrayar que estas actuaciones que tenían un carácter progresivo también venían acompañadas de una gran expansión de los gastos militares, sobre todo en Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, que suponía restricciones a la naturaleza progresiva del gasto público.
Fuente: Sistema digital
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