Así las cosas, ¿cómo seguir abonando la falacia de la insostenibilidad del sistema público de igualdad? Lo insostenible es la desigualdad, no la igualdad. Para sostener los servicios sociales no hay querebajarlos y recortarlos; la solución a la crisis del Estado de bienestar se encuentra en la creación de empleo y en la fiscalidad. Guerra a los empresarios ladrilleros, clientelares, corruptores, vampiros de lo público (que son legión), a los gorrones evasores de sus responsabilidades cívicas y a los paraísos fiscales, que son infiernos sociales para la mayoría de la humanidad.
Guerra legal y guerra moral: no pasarles ni una. Que sientan el aliento de los inspectores de Hacienda en el cogote. Y que sientan, también, el desprecio de una sociedad que no quiere dejarse embaucar ni un minuto más con las gilipolleces del deportista/artista/emprendedor español-español-español cuya única casa está allí donde cuelga su sicav.
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