Si 1967 supuso la eclosión del pacifismo hippie durante el “Verano del Amor” (“Summer of Love”), con San Francisco como centro neurálgico, 1968 fue un año diametralmente opuesto. El mundo estalló en manifestaciones y marchas no sólo contra la guerra del Vietnam –las primeras protestas relevantes en Estados Unidos datan de 1964– sino también contra el sistema (el Mayo francés o la Primavera de Praga). Los asesinatos de Martin Luther King (abril) y Robert Kennedy (junio) se añadían a la extendida represión policial y en ocasiones del ejercito, generando oleadas de violencia y disturbios (Berlín, Berkeley, Chicago, Londres, París, Praga, la matanza de la Plaza de Las Tres Culturas en Ciudad de México, etc.). La sociedad occidental parecía a punto de estallar, la revolución flotaba en el aire. Seguir leyendo
Fuente: Anatomía de la Historia
No hay comentarios:
Publicar un comentario